lunes, 5 de mayo de 2008

HISTORIA DEL BALONCESTO EN HOSPITALET 3




CAMINO A LA DEMOCRACIA

Después del periodo dictatorial, el baloncesto seguía sin ocupar un papel primordial en el deporte practicado en la ciudad, pero aun así en prolongación con un movimiento de fomento del deporte ya iniciado en la década de los 50, mediante Juegos Escolares, se fue introduciendo e inculcando en las aulas, en horas de Educación Física, y su acogida fue bastante buena.
Tanto es así que en la década de los 60 el básquet era el deporte con más instalaciones repartidas por toda la ciudad, (un total de 18) aunque aun así, iba muy por debajo de los 47 que había planteado el ayuntamiento. Pero en comparación con el resto de deportes se mantenía bastante por encima en cuestión de reparto de instalaciones, tal vez porque requerían de menos presupuesto en el momento de su construcción. También hay que añadir que a medianos de los sesenta había un total de 8 equipos en la ciudad.

Pero volviendo a centrarnos en lo que es la competición… habíamos dejado al CB Hospitalet en la situación que desde mediados de los cincuenta se hallaba en 1ª Regional (puesto que habían cambiado los nombres de las competiciones y su organización) y en la de los 60, dio el gran salto, puesto que sorprendió a todo el mundo al ascender primero a 2ª Nacional, y posteriormente en la temporada del 64-65 subir a 1ª Nacional, que ya es la máxima competición a la que se podía llegar dentro del estado. A este equipo le entrenaba Joan Villalba Sabaté, un ex deportista del club que antes practicó atletismo, junto a Saltadiç, uno de los fundadores de los que fueron en años anteriores los AB Juniors.
Parece ser que para el club esos años fueron más que buenos, puesto que habían conseguido que una empresa como la de Pepsi-Cola les patrocinase.
A pesar de todo, la situación económica del club, no era precisamente la mejor, puesto que no obtenían suficientes beneficios en el momento de vender entradas y demás. Y por otro lado no disponían de instalaciones de juego cubiertas, incluso les llegaron a mandar a Montjuïc para que disputasen sus partidos, por problemas de coincidencia con otros equipos en el momento de jugar en casa.
Bueno, el caso es que en la primera temporada en la máxima competición se mantuvieron en ella, pero eso no duró tampoco bastante, el año siguiente el equipo ya por aquel entonces llamado Club Básquet Hospitalet-Pepsi (por su patrocinador), descendió una vez más a 2ª división. Y a la vez también perdió el apoyo de su patrocinador, y recobró su nombre original, pasando a recibir subvenciones de una empresa inmobiliaria de Bellvitge,



que también les ofreció una pista de juego, donde el club pudo formar equipos base, con nuevos jóvenes a los que formar.
Pero unos años después, en la temporada del 73-74 consiguió volver a subir a 1ª Nacional, tras haber una serie de cambios en el equipo directivo, y en gran parte por el gran fichaje americano que hicieron con Robert Earl Gords, un afro americano que hizo que el nivel del equipo subiera como la espuma. Él fue el primer fichaje extranjero que hizo el club, y se ve que fue una buena elección. Y consiguieron que la empresa conocida por aquel entonces y ahora como “La Casera” les patrocinase. Este ascenso hizo que toda la ciudad se ilusionase, y que el básquet volviera a recuperar gran parte de su magia, la magia que había desaparecido unos años antes. Pero, otra vez tuvieron que cambiar su nombre a petición de su patrocinador a CB Hospitalet- La Casera. Y disputaban sus partidos en el antiguo Pabellón Municipal ubicado en, Pius XII.
Aquella temporada consiguieron quedar novenos de doce equipos que formaban la competición, lo justo para salvar la categoría, Gords y Molina consiguieron destacar como grandes anotadores de la liga.
Las dos temporadas siguientes, ya sin Gords, pero sí con otro norte americano llamado Prince consiguieron quedar en buenas posiciones en la competición y salvarla. Pero como ya se iba haciendo habitual, al año siguiente, en dar la baja a Prince, y renovar la plantilla, el equipo no pudo hacer nada por mantener la categoría y descendió. Y ya una vez más en el 83, se recuperaron y volvieron a subir a la 1ª Categoría, ya en aquel entonces llamada ACB (Asociación de Clubes de Baloncesto). En aquel año el club dispuso de una presidenta llamada Pepita Marcé. La situación económica era bastante mala, tanto como que estaban en números rojos, un déficit de hasta 7 millones de pesetas, aunque este problema se pudo solucionar en parte con el nuevo patrocinio de ATO, que también permitió el fichaje de nuevos jugadores, algunos de ellos americanos.
Ese año mismo, el club no pudo dar la talla en semejante competición, con el paso del tiempo el nivel de juego había mejorado mucho en toda España, y para rematarlo, parece ser que perdió el apoyo de la población que casi no iba a ver los partidos, ni a animar al equipo. Desde aquel descenso que el club no ha vuelto a subir a la primera categoría.
Y bueno, a decir del Centro Católico, solo se puede decir que ha ido perdiendo relevancia e importancia dentro de la ciudad con el paso de los años, hasta prácticamente dejar de ser un equipo competitivo. El Centro Parroquial Collblanc, un equipo nuevo en la ciudad, a mediados de los sesenta consiguió federarse, pero poco les duró la categoría, ya que igual que el resto de clubes, se fue diluyendo. El CB San Fernando (antiguo Frente de juventudes), también dejó de ser ese equipo que nos sorprendió

en los 50, para desaparecer definitivamente, puesto que ya toda vinculación con el franquismo era nula, y este equipo era de los que salieron beneficiados en el periodo dictatorial.

También hay que mencionar la labor del resto de entidades que a pesar de no ser federadas algunas de ellas, fueron ejerciendo una gran labor en la formación de equipos base y así dando a conocer a varios jóvenes la magia del baloncesto. Estos mismos jóvenes son los que más adelante formarían parte de los grandes equipos, incluyendo el CB Hospitalet. Estas organizaciones a las que hago referencia son la Sociedad Deportiva Tecla Sala, la parroquia de la Torrasa, que a partir de los sesenta creó el Centro Moral Recreativo Santiago Apóstol, un equipo que también obtuvo sus logros mas adelante, y formó a jugadores tan importantes como lo fueron Miquel López y José Antonio Bové entre otros.

Volviendo a lo que al baloncesto femenino en esa época caracterizaba, se sabe que en definitiva el deporte femenino por los años 60 no era precisamente aceptado por la sociedad, que era más bien machista y que se dedicaba a criticar toda actividad deportiva realizada por la mujer. En varios periódicos de la época se pueden leer infinidad de comentarios al respecto. Pero suerte al desarrollo de la sociedad, en la siguiente década esta actitud se va diluyendo, y surgen al menos en el ámbito del baloncesto otra vez equipos femeninos que dan la talla. Es el caso del Centro Católico femenino, y la animación del Sección Femenina en reactivar su equipo, el Casino de Santa Eulalia que tenía de nombre “Casaba” a la hora de jugar, y el equipo femenino que decidió poner en marcha el Club Básquet Hospitalet en el 1974 que más adelante se eliminará, ya que actualmente la entidad no dispone de ninguna sección femenina.

En definitiva… durante todos estos periodos desde antes de la guerra, en la ciudad predominaban en el baloncesto los dos clubes pioneros en este deporte, el CB Hospitalet y el Centro Católico de Hospitalet, y el desarrollo de este ha consistido principalmente en la rivalidad de estas dos grandes entidades y el surgimiento espontáneo de algunas otras a medida que iban pasando los años.

1 comentarios:

A las 23 de julio de 2015, 2:23 , Blogger El vaixell ha dicho...

Buen resumen de la historia del baloncesto en L'Hospitalet. ¿puedo saber de dónde obtuviste la foto del equipo júnior del BCTS (bàsquet col·legi Tecla Sala) que ilustra el texto?

 

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